Te lo entrego todo vida mía,
mi mundo y la ironía,
cada una de mis fantasías,
cada cosa que me pidas.

Redes sociales

Como ya todos sabemos y se repite en la tele, en los diarios, en internet, casi todas las semanas, es que estamos más conectados, cada vez tenemos más cuentas en páginas web y subir información personal está a la orden del día y que si no tenemos cuidado, todo el mundo puede tener acceso a ellos y usar nuestra información para lo que se le ocurra. 

Lo cierto es que yo soy parte de ese grupo que tiene cuentas en muchas páginas, algo que vengo haciendo desde el año 2007 aproximadamente, donde la lista de perfiles que tengo es grande. Pocos de ellos son los que utilizo actualmente.

A veces me gustaría creer, que tal como yo sapeo cuentas de los demás (no de todo el mundo, sólo gente que me intriga y la mayoría no es de mi círculo cercano), el resto sapea las mías, aunque no sé que tan ubicable son, porque todas las tengo con nicks diferentes y pocas tienen mi nombre real, pero en fin, quizá tal como yo disfruto sapeando, alguien puede disfrutar sapeandome, nunca se sabe.

Y asumo que me gusta ver perfiles de esas personas que me llaman la atención, claro está que jamás lo hago con motivos malulos de andar usando esa información, nunca revelo quién está dentro de mis intereses, eso lo hago piola y me guardo lo que pueda saber como si no los conociera y hay que admitir, que todos lo hacemos, algunos en mayor o menor proporción. 

Creo que no es tan malo tampoco, nos creamos miles de cuentas y sabemos que al hacer eso, quedamos expuestos y que depende de nosotros la cantidad de información que entreguemos, por ende psicopatas y psicopateados se alimentan mutuamente.

En lo personal, a mi me gusta leer lo que escriben las personas, me gusta la forma en que plasman lo que piensan, es una forma de expresar que está poco valorada y lo cierto, es que mis intenciones poco tienen que ver con el cagüin. Así que mis personas de interés siempre son de esas que expresan lo que sienten y piensan de manera interesante, como por ejemplo, tener blogs. 

El sapeo cibernético es algo con lo que tenemos que aprender a vivir y por supuesto, ante todo, no creer que la vida virtual es nuestra vida real.

Y como diría Leela:

 "Mi vida no es tan glamorosa como se ve en mi página web"