lunes, 11 de mayo de 2015

Cuando viajo

He andado de lugar en lugar, caminado y observado, a veces pisando, otras veces sólo vistazos por ventanas, pero en cada tránsito hay una vida que imagino. Nuevas calles, casas, edificios, árboles, cerros, personas, amaneceres, atardeceres, noches. Vidas que transcurren en lugares en los que me detengo momentáneamente y sólo me detengo a imaginar qué tal sería vivir ahí, hacer propio ese lugar, que el suelo no sea cualquier suelo, que una banca no sea sólo una banca, que los semáforos signifiquen algo para mí, que cada espacio de cada ciudad o pueblo por el que pasé tiene una posible vida para mí, que quizá en algún momento los nombres de las calles me digan algo, que signifiquen una ruta diaria, quizá a un hogar, quizá a una cotidianidad nueva. Tantas posibilidades, tanta vida nueva, tanto por conocer, tantos lugares por hacer míos, aunque sea por tiempos cortos. Hay tanto.