¿Cúanto es capaz de sentir el alma?
Es una respuesta dificil de contestar,
mucho más si deseas una definición.

¿Por qué nuestras vidas estan tan condicionadas?

¿Por qué siento que todo lo que creí ser no es nada más la imagen
que siempre quice proyectar y en realidad no soy yo?

Un corazón a veces cansado de sentir.
Estoy agotada de vivir así.
Siento que me supone un esfuerzo temendro actuar.

¿Es que acaso es mi destino aborreser todo?

Ya no quiero hablar del arte en mi.
Ni siquiera pensar en mi naturaleza.

¿No saber nada es propio de la humanidad?

Ya no me interesa si existe talento en mi.

¿Por qué siento una presión en mi?

¿Por qué me invade una sensación de vacío?

¿Por qué pierdo el rumbo tan pronto?

Siento que solo vivo en ilusión tras ilusión.
No conosco la realidad y en verdad siempre
fue un sueño que imaginé mientras caminaba bajo la incertidumbre.

No estoy interesada en escribir para ganar.
No me interesa seguir una estructura.
Solo quiero que todo fluya.

La libertad fluye en mis manos cuando toman un lápiz.
La libertad fluye en mis ojos cuando estan frente a una hoja vacía.
Tal vez ahí este mi gran desafio.

Ahora es que lo sé.
Mi gran enemigo siempre será y siempre fui yo.

Sé que la respuesta esta oculta.
Sé que mis ojos se cegaron tal como los corazones.

No quiero pasar toda mi vida soñando e imaginando
sensaciones que añoro en mi.

Quiero volver a llorar como si mi vida dependiera de ello.
Quiero volver a sentir como el amor entra en mi vida
sin previo aviso.
Como escapan mis suspiros.
Quier volver a saber qué es el enamoramiento.

Cada célula de mi ser añora sentir.
No quiero que mi corazón solo sea el que posea aquel beneficio.

Ya no quiero estructurarme.
Tampoco quiero pasarme la vida creyendo
que vivo por mis propias reglas.

Quiero sentir la libertad.
La verdadera libertad.
Ser responsable de mis actos,
saber qué es actuar bajo mi total consentimiento
considerando todas las consecuencias.
Deseo la libertad.

Ya no quiero atraparme bajo la celda de mi propia persona.

Ya no quiero pensarme viviendo,
quiero vivir pensando.

Ya no quiero actuar que disfruto.
quiero disfrutar actuando.

Desearia no planificarme.

¿Cómo puedes ser libre si tu mismo no te dejas serlo?

Quiro extender mis brazos.
Quiero cantar fuertemente y mover al mundo.
Quiero encontrame.
Quiero ser yo y nadie más que yo.
Ya no quiero actuar como alguien más.
Ni compararme más.

Deseo mi propia libertad.
Ya no quiero vivir en el mundo que me formé.
Ya no quiero vivir en el mundo que quieran que viva.

Quiero sentir la vida plenamente llegar a mi.

Quiero vivir sintiendo, no cuestionando.

Era un día nublado. No comprendía por qué este tipo de clima le atraía tanto, ni mucho menos por qué los días que suelen deprimir a la mayoría de la gente a ella le alegraban.

Estaba sentada justo enfrente de sus recuerdos. Las extrañas sensaciones que habían florecido nuevamente la tenían al borde de las lágrimas. Realmente no sentía ganas de llorar y muchos menos de lamentarse acerca de su pasado, pero ese leve sentimiento, esa pequeña lágrima que quería escapar a la libertad estaba comenzando a despertar una serie de arrepentimientos.

Ya nada era lo mismo. Simplemente ya no sabía quien era y que quería. Solo veía las hojas caer.

Cerró los ojos lentamente y se dejó arrastrar por unos segundos. Sentía como si estuviera balanciandose debilmente sobre un columpio, sentía una calma inexorable.

Por unos segundos dejó de ser ella para volver a reencontrarse. Definitivamente su mundo ya no era el mismo. Esta vez estaba segura que no tenía un rumbo fijo.

El destino ya no existía y lo tenía asumido.

Tal vez un día, algún noble día, llegue a su vida y le enseñe nuevamente lo que es sonreír.

Siempre estaría a la expectativa de que un nuevo camino la alcanzaría.

Algún día su vida no volvería a ser la misma. Hasta ese día esperaría y sabía que algo nuevo ocurriría.

"Hasta entonces" le decía tranquilamente al pequeño paisaje en frente de ella. Tenía más que claro que algún día se volverían a encontrar.