viernes, 26 de diciembre de 2014

Dime que esto no es real, vuelve a abrazarme al dormir, a mirarme cada despertar, a sonreír en la intimidad, dime que estará todo bien, que en realidad nada se ha derrumbado, que podemos continuar.
Se veía lejano el día en que llegaríamos a herirnos al conocer nuestro lado más oscuro, cuánto tiempo nos limitamos hasta que salió todo a flote sin poder evitarlo, ahora es insostenible, secretos y mentiras, tan capaces de dañarnos, nos sumergimos en la toxina y recaigo una y otra vez, tal vez esto sea como la heroína, un delirium tremens constante, si no nos rehabilitamos nos hundiremos, nos ahogaremos y finalmente moriremos.
Necesitemonos, impulsemosnos y nos salvaremos. Después de todo enfrentamos el mismo mal. 

La muerte, el adiós

Días, noches, horas, ya no importa,
pasan, para mi ya no son nada,
la versatilidad de las heridas,
no encuentro nada en las miradas,
ni odio ni amor, están vacías,
así transcurren ahora nuestros días
mientras agonizamos en mentiras
esas que tanto nos decíamos
y a momentos fingimos que creíamos.

Sin verlo se desintegró,
mientras me inunda este dolor,
se encierra en la habitación,
quitando el sueño y el color,
blanco y negro, estoy en un rincón
sólo hay desolación,
me hundo y me hundo, no hay perdón.

Vuelvo el tiempo atrás,
no me explico nuestro actuar,
teniendo a quién amar,
buscamos placer en otro lugar,
herida mortal,
este amor era especial,
pero murió en la banalidad.

Ahora que no estás lo entiendo un poco más,
este ha de ser su final,
y tal vez lo nuestro ya no era amar,
simplemente un síndrome de abstinencia,
que nos hacía caer en tal resiliencia
para volver a probar este opio sin cesar,
obsesión que nos acabará por matar;
sin nada más que expresar,
por última vez nuestras miradas se encontrarán
nos hundiremos una vez más y nos acabará,
aceptemoslo, ya no hay vuelta atrás.

domingo, 21 de diciembre de 2014

Ahora, un poco más racional y en un proceso de conocerme nuevamente a mí misma, me cuestiono una serie de cosas que anteriormente no podía dudar. Es un hecho que las experiencias generan un cambio, sobretodo las experiencias dolorosas, esas que incluyen a más involucrados. Tras un par de estas experiencias, comencé a transgredir mis límites, sobretodo aquellos que tenían relación con mi inocencia y al mismo tiempo mi ingenuidad, creer en alguien ya no es simple y actuar pensando en los demás es una cualidad que cuestiono un poco más. Desearía decir que pese a todas las traiciones, sigo siendo la misma, esa persona que difícilmente duda de los demás y es capaz de poner las manos al fuego por otro, pero no, hay heridas que para bien o para mal dejan una cicatriz insostenible y me veo obligada a cambiar, ser calculadora y capaz de más cosas que antes. Y es probable que sea cuestionada, pero a estas alturas qué tanto puede importar, si aquellos que lo hagan seguramente no tienen idea cómo me estoy sintiendo, ni en que grado he sido afectada, no es llorar, ni tampoco no poder superar, es simplemente volverse más dura para no estar tan expuesta al dolor. 

Y me convierto en alguien más

Momentos como estos en que vuelve la soledad,
sin preguntármelo, vuelvo a cuestionar,
¿De qué servirá al final,
si la muerte nos mira a todos por igual?
Vida me muestras una realidad,
que poco a poco me consumirá
y las personas nunca lo sabrán,
quizá el daño jamás comprenderán
y me transformo cada día en algo más,
esa inocencia ya se va
y me da miedo saber de lo que ahora soy capaz.
Actuar desde el dolor, sin saber si esto podrá sanar.

Mis razones

Tal vez en estricto rigor hicimos lo mismo, ¿pero sabes lo que me duele? Que yo habiendo tenido la oportunidad tantas veces, no lo hacía porque pensaba en ti. Finalmente, al saber la verdad, de que tu actuaste sin pensar en mi, actué al creer que ya no quería volver a verte nunca más y porque ya no tenía que pensar en si iba a herirte o no. 

sábado, 6 de diciembre de 2014

Un sueño en la realidad

He vuelto al mundo de los vivos,
por una noche y un día estuve en el de los sueños,
cumpliendo deseos estancados.
Ahí estábamos tu y yo una vez más
siendo aquello que eramos unos meses atrás,
tu mirada, tus palabras, tus caricias, tus promesas,
volviste a ser aquél que tanto amé,
pero al despertar ¿Seguirás siendo él?
Como quisiera volver el tiempo atrás,
retroceder y cuidar este amor un poco más.
Ya no sé lo que sucederá.
pero quiero pensar que al mirar atrás,
siempre tendremos esos días y con eso bastará.
Ojalá mi corazón pueda olvidar
y darte una nueva oportunidad,
pero eso pronto no sucederá,
es necesario antes sanar
y si esto no es una coincidencia
la vida siempre nos reunirá. 
Sólo hay que esperar y confiar.