martes, 29 de marzo de 2016

He llegado a la siguiente conclusión: Si ya tienes el corazón hecho pedazos ¿Qué esperas para terminar de destruirlo? Mejor que esté muerto por completo que muerto por partes. 

sábado, 26 de marzo de 2016

Siempre llega el momento en que cuestiono completamente lo que es el amor. Más de una vez he dicho que no creo que sea eterno.
Le he perdido la fe a enamorarse, las mariposas sólo te confunden y te llevan en un ir y venir, en un mar de emociones que te quitan o te lo dan todo, no puedo confiar en un sentimiento así, pero tampoco pudo vivir sin esa emoción, sin esos grandes vuelcos del corazón, porque si no lo siento, no puedo entregar y eso es malo, es malo depender de tener los pensamientos obsesionados en alguien para querer darle tu alma entera. No lo concibo. 
No tengo la madurez y seguramente la sanidad mental tampoco para enamorarme, no sé cargar con esos sentimientos, me consumen, hacen que me pierda de suspiro en suspiro.
Es una mala droga.
Tal vez yo sea la adicta.
Es muy posible que ese sea el problema.
Porque no sé querer, no sé hacerlo sin obsesionarme. Entrego toda emoción y dependo de ello, me confundo, pierdo el juicio. Soy yo la que no sabe enamorarse, porque tengo sentimientos enfermizos. 
No confío, definitivamente no confió. 

martes, 15 de marzo de 2016

Que nada me impida ser feliz.

miércoles, 2 de marzo de 2016

Aun no logro descifrar si las personas cambiamos o no. La vida pasa y muchas cosas vienen con ella, tomamos decisiones, cometemos errores y nos herimos, de paso dañamos a los demás también. 
Perderse ocasiona esas consecuencias, no ser claros o no saber que dirección tomar, actuamos sin medir consecuencias, pero de eso se trata ser humano. Muchas veces no tenemos un rumbo claro y debemos elegir sin saber, no podemos poner freno, detener el tiempo no es opción.
No sé si cambiemos, pero si estoy segura que tomamos decisiones en base a lo que estamos pasando, estar confundido quizá es el estado permanente en que nos encontramos, porque siempre hay que elegir y ahí es cuando sabemos quién realmente somos, cuáles son nuestros valores, hacer, decir no es gratis, siempre traen algo consigo.
En lo único que se puede confiar al final es en nuestro criterio y siempre seremos cuestionados o juzgados, no podemos escapar de eso, porque no estamos solos, siempre hay más personas, hay efectos colaterales con cada acción y cada elección habla de nosotros mismos, de quiénes somos y aunque no tengamos rumbo fijo lo que hacemos es los que construye el camino.

Es momento de pensar tres veces más lo que digo y lo que hago.