Recuerdas los días, meses, años atrás cuando esa persona aun estaba a tu lado.
Lamentas ciertos días en que no te comportaste bien, días que debiste utilizar mejor, tal vez abrazándole o intentando comprenderle si no estaba de buen humor.
No puedes evitar ver al futuro, pensando que sería si aun estuviera.
Piensas que tan sólo salió a comprar o al trabajo y que luego volverá y lo verás entrando por la puerta o abriendo la reja.
No quieres olvidar su voz y mucho menos su rostro.
Finalmente te enfrentas a que no está físicamente y pasará a ser un recuerdo, que quedará en ti y que podrás verlo en tu memoria, fotos y videos.
A pesar de todo eso, sientes que aun está y piensas que en algún momento se reencontrarán.
Los años pasan, siguen los recuerdos y la verdad es que la gran mayoría de los días le recuerdas.
Hay veces en que te faltan palabras de aliento de su parte, porque a pesar de que ya pasó tiempo y lo superaste, siempre quedará un espacio porque alguien falta.
Tu vida continua y descubres que una de las formas de sentirle ahí a tu lado es conociendo las cosas que amo, lo que le encantaba hacer, es como si su espíritu estuviera ahí y te dices "esto sentía cuando experimentaba estas cosas" y ya no te falta, porque está ahí, en ti, contigo.
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