miércoles, 1 de mayo de 2013

Renuncio

Todo comenzó cuando me di cuenta que las cosas no eran como las pensaba.
En el momento en que llegó lo inesperado.
Aparecieron nuevas experiencias, nuevos sentimientos.
Ya no existen los finales felices, las relaciones perfectas, los cuentos de hadas.
No me interesa más estudiar, no me interesa sacar una carrera, no me interesa trabajar.
Estaba poniendo en primer lugar lo que la sociedad, lo que el mundo, lo que el dinero te pide.
Y perdí el rumbo, porque eso ya no me motiva.
Hay más opciones, no voy a sufrir por no tener esos ideales de vida, porque ya no me importan.
No son lo que quiero.
Me enseñaron a estudiar, a no ser mediocre, a trabajar, me moldearon.
¿Qué quieren de mi?
Modelarme con un perfil laboral, para salír al mercado, porque eso soy, un producto que vende fuerza de trabajo y por más que te mientan con que te dan una educación critica, las cosas no son así, se sigue igual de moldeado que siempre.
Y no es lo que quiero, la vida es más importante, antes que el éxito y la perfección hay más cosas.
Todo eso es secundario.
Triunfar, éxito, metas, perfección, ganador, nada de eso tiene sentido ahora.
Porque antes que todo, antes de todo lo que piden de mi, de lo que quieren que sea, estoy yo.
Está mi bienestar, esta mi plenitud, mi equilibrio, yo, simplemente yo.
Mi felicidad, esa de verdad, no esa que se tiene por obtener más y más.
Esa que está ahí, con lo simple, con sólo respirar, con sólo vivir.
Renuncio a lo demás.

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