miércoles, 1 de mayo de 2013

Sin notarlo comencé a perderme.
Hice cosas que ya no obedecían a mi, sino a los demás.
¿Pero cómo iba a seguir mi camino sin tener claro qué es lo que quiero?
Me dejé llevar, porque a la larga me era más cómodo.
Sin rumbo, sin sentido, seguí avanzando y al mismo tiempo estancándome.
Y en un momento despierto, me doy cuenta que no me gusta el rumbo.
Sigo sin saber donde voy.
Avanza la vida, avanzan mis tiempos.
Sigo donde mismo, estancada, sin saber nada.
Y ahí es donde entras tú.
Esperando que seas quien dé sentido.
Esperando que tomes mi mano y me lleves más allá.
Esperando que seas tú el que me devuelva el rumbo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario