jueves, 31 de julio de 2014

Te reto

La pregunta que siempre está presente es si amamos lo suficiente, si realmente nos permitimos querer incondicionalmente, sin miedos, sin peros, sin prejuicios, sin egoísmo.
Saber amar se aprende, no nacemos con esa habilidad y muchas veces se adquiere a través del error, de las experiencias, del dolor, de ese que nos enseña quien realmente somos y que con cada caída nos muestra cómo vivir.

 Y por eso te reto a que me quieras.

A que nos equivoquemos, a que no temamos, a que caminemos juntos.
Ámame sin temores de por medio, sin comparaciones con el resto.
Dejémonos ser libres, ser nosotros, volubles, incomprensibles, sensibles, apasionados.
Soltemos nuestras manos sin miedo. La confianza no incluye posesión. Seguiremos caminando al lado del otro sin necesidad de retenernos. Tomar nuestras manos no es para mantener al otro aprisionado. Muchos lo hacen ahora. Poseer al otro es todo lo que quieren. 

Querer es un desafío.
Luchar contra nuestros miedos, con el ego, contra nuestras experiencias pasadas. 
Libérate y déjate querer, que el amor no es con trabas. 
Déjate ser, déjale ser.

Te reto a querer a alguien. 
Aceptar cada detalle, a crecer, a aprender del otro, a respetar sus tiempos, a estar ahí en los momentos difíciles, incluso cuando el comportamiento ha sido injusto. Amar es incondicional, es estar ahí en buenos y malos momentos, es enfrentar las dificultades sin rendirse. 

Atrévete a amar ahora que lo sabes. 

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